La falta de educación aumenta los casos de obesidad

Cada vez es mayor el número de especialistas en salud, Administraciones Públicas y médicos en general que se preocupan por las cifras alarmantes que cada año arroja tanto el sobrepeso como la obesidad, perfectamente prevenibles si se siguieran hábitos de vida saludables.

No en vano, tal y como te hemos comentado en varias ocasiones, cada año se diagnostican en nuestro país miles de nuevos casos tanto de sobrepeso como de obesidad, debido sobretodo a que cada vez la sociedad española se hace mucho más sedentaria, no practica ejercicio físico y tiende a consumir más comida basura, alejándose de los beneficios que supone el seguimiento de una dieta equilibrada (o, por ejemplo, de la denominada como la dieta mediterránea).

Pero una de las principales cuestiones que alarman a muchos especialistas, es que unido a ese aumento de peso, también aumenta el número de personas que siguen dietas peligrosas para su salud, ya no solo porque no siguen el asesoramiento debido con un nutricionista, sino porque corren el riesgo de sufrir desequilibrios nutricionales como causa principal de la eliminación de determinados grupos de alimentos (un buen ejemplo son las dietas hiperproteicas, entre las que destaca la denominada como Dieta Dukan).

De forma que la principal solución a la obesidad no son las dietas en sí mismas, sino la propia educación que reciben los pacientes desde un primer momento, tal y como ha advertido recientemente José M. Ordovás, director del Laboratorio de Nutrición y Genómica de Boston.

Este investigador ha advertido recientemente que es lamentable que algo tan sumamente importante como es la nutrición se encuentre en un segundo plano en la enseñanza. Algo grave si tenemos en cuenta que una buena educación en este sentido conlleva el seguimiento de una vida muchísimo más sana.

Y es que una de las principales causas de la obesidad, además de la propia educación, tiene relación con el consumo de alimentos que no son frescos, locales ni mucho menos saludables. Además, se practica poco ejercicio físico, de forma que el sedentarismo solo influye en ese aumento de exceso de peso.

La clave, como vemos, es comenzar a educar a nuestros hijos/as en una correcta y óptima nutrición, de manera que éstos sepan desde pequeños qué alimentos deben consumir, cuáles son los más saludables, y sobretodo en qué cantidades. Esto, unido a la práctica regular de ejercicio físico en la escuela, ayudaría a reducir el número de personas obesas en nuestro país en los próximos años.

Imagen | Helga Weber

Vía | Universidad Internacional de Andalucía (UNIA)